A la hora de evaluar tanto la expresión escrita como la oral, debemos tener en cuenta los siguientes criterios:
Adecuación:
Se tiene en cuenta si el usuario/a se ajusta al tema y se adapta al contexto, si sabe distinguir registros (formal/informal), si toma en cuenta al destinatario, la finalidad y las características del tema.
No utilizaremos las mismas palabras si estamos con amigas o amigos o si hablamos con nuestro médico o médica.
Coherencia:
Se tiene en cuenta si el texto o el discurso es comprensible y está bien organizado, sin contradicciones, si las ideas que plantea son expresadas de forma clara y se centran en el tema, si ofrece la necesaria información y si añade ejemplos si es preciso.
Cohesión:
Se tiene en cuenta si la persona usuaria sabe enlazar las ideas principales y secundarias, utilizando para ello los conectores adecuados a su nivel (eta, baina, ordea, ere, gainerakoan, beraz, hortaz, izan ere…) y los organizadores textuales. Si el uso de los tiempos verbales es correcto y si utiliza bien las marcas de puntuación (punto, coma, dos puntos, signos de interrogación…) en el caso de textos escritos, siempre adecuándose al nivel.
Riqueza:
Se tiene en cuenta si la persona usuaria dispone del suficiente léxico para expresarse con cierta precisión, si compone textos o discursos adecuados gracias a la abundancia de ideas, estructuras o vocabulario y si sabe desarrollar los géneros textuales correspondientes a su nivel.
Corrección:
Se tiene en cuenta si utiliza de manera correcta las normas gramaticales. Se evalúa si la persona usuarria comete errores y qué tipo de errores son ( básicos, correspondientes a niveles superiores, sistemáticos…)
Fluidez (oral):
Se evalúa si la persona usuaria se comunica con soltura y si el ritmo de comunicación es natural en contextos conocidos y si logra una comunicación con éxito.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN POR NIVELES